Fraella Por Silvia ABARDÍA SERRANO

FRAELLA

Articulo de Diario del AltoAragon

Historiografia

Por Silvia ABARDÍA SERRANO

15/01/2006

Donde la extensa llanura de la Hoya tropieza con la llamada Serreta, justo en el comienzo de la comarca de Los Monegros, nos encontramos con el pueblo de Fraella, cuyo nombre deviene de la palabra latina fragua, quizá este fuera el origen del pueblo: una herrería, lugar de gran importancia en las diversas redes de comunicación creadas durante el imperio romano.

Decoración vegetal del presbiterio centrada por la cara de la Fortuna.
Si caminamos por sus calles, todavía nos encontramos con indicios de una fortaleza árabe. En el centro de la localidad existe una gran piedra que recibe el nombre de castillo, aprovechada para la construcción y asentamiento de diversas casas. Esta fortaleza o “hisn” musulmán no funcionaría sola, pues a escasos kilómetros se encuentra el monte Mobache, en el cual estuvo el asentamiento de Las Cias. Con Gabarda, Santo Domingo de Huerto, Huerto, Alberuela, Usón y probablemente algún otro castillo más, formarían una entidad defensiva, cuyo centro administrativo estaría en la población de Usón. A la entrada del pueblo, en el lugar conocido como las Piedras del Canal, podemos observar una tumba de bañera cavada en la roca, de posible origen agareno.

Con la reconquista, los cristianos quisieron imponerse sobre la población musulmana, ubicando el templo católico señoreando las casas. La iglesia de estilo románico, datada en el siglo XII, es una construcción de piedra sillar, realizada en pequeños bloques rectangulares donde todavía hoy son apreciables las marcas de cantería. Quizá el mayor encanto del templo se encuentre en la pintura mural que decora toda la bóveda, esta consiste en casetones con motivos florales en su interior. Los arcos se encuentran decorados con grutescos, todos estos motivos consiguen dar a la obra sensación de una mayor profundidad y de una mayor altura. La decoración se remata en la cabecera con dos guirnaldas de flores silvestres surtidas de la boca de dos esfinges que simbolizan la diosa Fortuna. Coronando la entrada por la que se accede al templo persisten dos angelotes que sostienen un legado donde se puede leer “año 1748, año 1878”, fechas que datan la realización de las pinturas. Sobre la portada exterior se pueden apreciar los mechinales de un antiguo pórtico, el cual fue mandado construir en el año 1560 y se desmontó el siglo pasado por razones de peligrosidad.

Junto a la iglesia se encontraba el antiguo cementerio que a comienzos del siglo veinte se trasladó a las afueras de la localidad. En el camino hacia el nuevo cementerio nos sorprende la Peña de los Deseos, al pasar por ella se debe pensar un deseo y lanzar una pequeña piedra a un hueco existente en ella, si la piedra queda en la hendidura se concederá lo requerido. Una vez en el cementerio es curioso observar como vigilan su puerta dos pináculos antropomorfos, coronados con un plato para que no los disuelva el paso del tiempo.

Siguiendo el camino, a pocos metros, hallamos unas antiguas tapias divisoras de unas parcelas o huertos los cuales eran regados con el agua que manaba de una fuente situada en las cercanías, esta abasteció el pueblo hasta bien entrado el siglo veinte, el preciado líquido surge por la boca de un pequeño león, junto al cual está el lavadero. Todo este entorno actualmente se encuentra en vías de recuperación.

Si continuamos unos pasos más sin dejar la vía principal atravesaremos Peña Partida, una roca por medio de la cual transcurre el camino, mirando a la derecha observamos otra gran piedra de forma cuadrangular, sobre la cual se ubicaba la desaparecida ermita de San Bartolomé, actual patrono del pueblo. Antes se veneraba a San Nicolás de Bari pero por conveniencia de los vecinos se decidió pasarlas del 6 de diciembre al 24 de agosto. A San Nicolás le sigue hoy estando advocada la iglesia.

El mayor secreto que esconde Fraella es su paisaje, majestuoso en Landeta, Languardia, El Tapiao o Valfonguera. En todos estos parajes podemos observar peculiares formas que el paso del tiempo ha originado en la roca, espectaculares piedras de arena donde la erosión ha producido en ellas bonitas oquedades, gnamas y taffonis. Vistas impresionantes que nos recuerdan la superioridad de la Naturaleza sobre el Hombre.

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